Un estudio realizado por paleontólogos del Museo de Historia Natural de Florida y recién publicado por la revista Geology sostiene, en efecto, que Titanis walleri se extinguió en realidad mucho tiempo antes de la llegada de los humanos al continente americano. Casi dos millones de años antes. El estudio también arroja luz sobre la manera en que esta especie, originaria de América del Sur, emigró hacia la mitad norte del continente.

Todas las «aves del terror», tanto las del sur como las del norte, habían perdido su capacidad de vuelo y utilizaban sus alas como mortíferos instrumentos con los que voltear y manejar sus presas. Dotadas de enormes y robustos picos, se encontraban entre los mayores depredadores de su época y ocupaban, por tanto, el nivel más alto de la cadena trófica.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores, liderados por el paleontólogo Bruce MacFadden, analizaron los únicos restos que han aparecido de este animal, en Florida y Texas. Y se fijaron especialmente en la distribución de una serie de elementos químicos, muy raros, presentes en los huesos.
«Hasta ahora -explicaBruce MacFadden- los científicos creían que Titanis se extinguió hace 10.000 años». La fecha coincide con la extinción de otras especies de «megafauna», desaparecidas en Norteamérica a finales del Pleistoceno, una extinción de la que los expertos culpan, en parte, a los recién llegados seres humanos. Pero el análisis químico de los fósiles de Titanis walleri arroja una antiguedad de dos millones de años. Según el científico, la migración de sur a norte se produjo hace 5 millones de años, y no dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario